Esto de la convalecencia se me está haciendo lentísimo. Llevo 35 días desde la operación de juanetes con cirugía abierta y a ratos, sencillamente, no puedo más. Al inicio de este calvario pensé que lo peor no sería el dolor de los primeros días sino la convalecencia. Y así ha sido. Esto es una especie de martirio chino de la inmovilidad que deriva en largos periodos depresivos o de comedura de tarro sobre si la evolución es normal o cómo quedará que, afortunadamente, se alternan con momentos de esperanza y alegría por unas buenas perspectivas de futuro.
A pesar de todo, aunque me parezca mentira, resulta que se avanza. Gracias a las fotos que hago para ilustrar este blog me he dado cuenta de que efectivamente la cosa progresa. Véase si no la evolución de la herida quirúrgica lateral desde el día 24, que fue cuando terminaron de quitarme los puntos, y el día 35 (es decir en 10 días). Lento pero seguro.
El resto de la entrada la dedico a detallar los inconvenientes de la convalecencia que se padecen en torno al día 35 desde la operación así como a mostrar una comparativa del antes y el después, porque eso me ayuda mucho y puede que ayude a todos los que esteis pensando en meteros en esto.